Hace tiempo que lo de las series dejó de ser sólo un placer visual.
Como a cualquier otro fanático, a los seriéfilos no nos basta con
verlas: adoramos escucharlas, devorarlas y hasta bebérnoslas.
En este particular universo todo tiene cabida y su lugar en la red: el fascinado por la moda cuenta con webs dónde admirar la confección de la moda de Mad Men o Boardwalk Empire, el melómano escruta hasta la última nota de las composiciones musicales de Tremé, y quien quiere reproducir las recetas de Hannibal tiene completas guías gastronómicas a las que acudir.
Pero todo esto hay que regarlo con algo, ¿no?
Porque en las series se bebe, y mucho. Cómo bálsamo, como perdición o como reflejo de las costumbres de una época, las bebidas espirituosas están presentes en la mayor parte de las producciones. De hecho, nos atrevemos a decir eso de que las mejores escenas de de la historia de la televisión se han producido al abrigo de un bar, como la vida misma: el de Cheers, el Brick de Doctor en Alaska, el Bada Bing! de Los Soprano….
Con ánimo de reunir a todos los seriéfilos sedientos ha nacido Cócteles Fuera de Serie, un proyecto de la periodista Mariló García, a quien hay que seguir de cerca para estar enterado de todo lo que se cuece en el mundillo seriéfilo. Comenzó como una idea para la web, pero se ha convertido en un estupendo libro que recomendamos vivamente, bajo el mismo nombre: Cócteles Fuera de Serie, editado por Lunwerg. No os quedéis con el escueto resumen de la contraportada, porque aquí hay mucho más que 80 cócteles inspirados en 80 series de televisión.
El libro nos propone una receta por serie, y además nos da todos los trucos para prepararlos y que la cosa quede aparente, aunque nuestra mayor innovación hasta la fecha sea el tinto de verano con rajita de limón. Muchos de ellos llegan directamente de la pantalla, y otros inspirados por ella. La propia Mariló nos explicó en la sección de series de Es la Mañana de Federico que buscó ir más allá del protagonista amorrado a la botella de Jameson , y revisitó la mayoría de las producciones para dar con el cóctel que recogiera el espíritu de la serie. Y vaya si lo hizo. Porque si algo desprende la obra, es un puro y genuino conocimiento de las producciones; que no se queda en el Old Fashioned de Mad Men o en la Mimosa de The Newsroom; y es capaz de generar un cóctel verde para disfrutar viendo V (la nueva o la antigua) ó otro sin alcohol y completamente amarillo que nos acompañe en cualquier capítulo repetido de Los Simpson. ¿Que no basta con un Irish Rover para The Wire, un Stinger para Girls o un Gin-Tonic Rosado para True Blood? Pues también el libro también ofrece un plan B, para quisquillosos o amigos del frasco.
Para empaparse del espíritu de la serie, mejor beber en compañía, y con algo de música, ¿no? De lo primero ya se proveerá cada cual, pero de lo segundo también hay material en el libro: cada cóctel viene acompañado de una cuidada selección musical, que responde a momentos concretos de la serie en cuestión. Como Bonus Track para serieadictos viajeros, concluye con una recopilación de esos bares que nos hemos hartado de ver en pantalla y que existen de verdad.
Las ilustraciones que acompañan este post son obra de Alberto García, que ha creado en exclusiva para Cócteles Fuera de Serie y que constituyen, sin duda otro de los grandes atractivos de esta joya para adictos a las series. Porque, como reconoció la autora, “en el fondo es una excusa para hablar de series”. ¡Pero qué excusa!
De momento, yo ya estoy en busca y captura de una botella de curaçao azul para tener listo un Blue Bayou este domingo, que vuelve Breaking Bad.
En este particular universo todo tiene cabida y su lugar en la red: el fascinado por la moda cuenta con webs dónde admirar la confección de la moda de Mad Men o Boardwalk Empire, el melómano escruta hasta la última nota de las composiciones musicales de Tremé, y quien quiere reproducir las recetas de Hannibal tiene completas guías gastronómicas a las que acudir.
Pero todo esto hay que regarlo con algo, ¿no?
Porque en las series se bebe, y mucho. Cómo bálsamo, como perdición o como reflejo de las costumbres de una época, las bebidas espirituosas están presentes en la mayor parte de las producciones. De hecho, nos atrevemos a decir eso de que las mejores escenas de de la historia de la televisión se han producido al abrigo de un bar, como la vida misma: el de Cheers, el Brick de Doctor en Alaska, el Bada Bing! de Los Soprano….
Con ánimo de reunir a todos los seriéfilos sedientos ha nacido Cócteles Fuera de Serie, un proyecto de la periodista Mariló García, a quien hay que seguir de cerca para estar enterado de todo lo que se cuece en el mundillo seriéfilo. Comenzó como una idea para la web, pero se ha convertido en un estupendo libro que recomendamos vivamente, bajo el mismo nombre: Cócteles Fuera de Serie, editado por Lunwerg. No os quedéis con el escueto resumen de la contraportada, porque aquí hay mucho más que 80 cócteles inspirados en 80 series de televisión.
El libro nos propone una receta por serie, y además nos da todos los trucos para prepararlos y que la cosa quede aparente, aunque nuestra mayor innovación hasta la fecha sea el tinto de verano con rajita de limón. Muchos de ellos llegan directamente de la pantalla, y otros inspirados por ella. La propia Mariló nos explicó en la sección de series de Es la Mañana de Federico que buscó ir más allá del protagonista amorrado a la botella de Jameson , y revisitó la mayoría de las producciones para dar con el cóctel que recogiera el espíritu de la serie. Y vaya si lo hizo. Porque si algo desprende la obra, es un puro y genuino conocimiento de las producciones; que no se queda en el Old Fashioned de Mad Men o en la Mimosa de The Newsroom; y es capaz de generar un cóctel verde para disfrutar viendo V (la nueva o la antigua) ó otro sin alcohol y completamente amarillo que nos acompañe en cualquier capítulo repetido de Los Simpson. ¿Que no basta con un Irish Rover para The Wire, un Stinger para Girls o un Gin-Tonic Rosado para True Blood? Pues también el libro también ofrece un plan B, para quisquillosos o amigos del frasco.
Para empaparse del espíritu de la serie, mejor beber en compañía, y con algo de música, ¿no? De lo primero ya se proveerá cada cual, pero de lo segundo también hay material en el libro: cada cóctel viene acompañado de una cuidada selección musical, que responde a momentos concretos de la serie en cuestión. Como Bonus Track para serieadictos viajeros, concluye con una recopilación de esos bares que nos hemos hartado de ver en pantalla y que existen de verdad.
Las ilustraciones que acompañan este post son obra de Alberto García, que ha creado en exclusiva para Cócteles Fuera de Serie y que constituyen, sin duda otro de los grandes atractivos de esta joya para adictos a las series. Porque, como reconoció la autora, “en el fondo es una excusa para hablar de series”. ¡Pero qué excusa!
De momento, yo ya estoy en busca y captura de una botella de curaçao azul para tener listo un Blue Bayou este domingo, que vuelve Breaking Bad.
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