16 dic 2013

¿Qué se bebe en Homeland?

Ya en la primera temporada, como comentamos en el libro Cócteles fuera de serie, Carrie confiesa que le gusta más un trago de tequila que cualquier otra bebida. Ahora sustituye el litio que suele tomar por el tequila. Si es bipolar, con el alcohol se pone como loca. A Brody le gusta más el whisky bien fuerte. Pero Brody no está en el arranque de la tercera temporada.


Episodio 3x1


En la tercera temporada, como Carrie deja de medicarse, se lanza de cabeza al tequila y compra unas seis o siete botellas (exagerada) en un supermercado. No de una marca cualquiera, si no de la que más le gusta, la que bebió cuando se acostó por primera vez con Brody: Tequila Revolución Etiqueta Plateada. Da la casualidad que un pelirrojo, una suerte de clon de Brody, le hace un comentario gracioso sobre el bebercio mientras escoge una botella de whisky Johnnie Walker etiqueta negra (será irlandés, of course). Y esto, sumado todo, le hace a Carrie tilín. En la siguiente escena, vemos una bolsa tirada en el suelo con las botellas azules de tequila (en la bolsa se puede leer 'Tenga un buen día" y claro que lo va a tener). Estamos en casa de Carrie y ella está en las escaleras montándoselo con el noBrody. Dolorosa soledad, ay el amor.



Mientras, Saul también se da al alcohol, en concreto al whisky, hasta tal punto que su pareja le tiene que quitar el vaso de la mano y llevarle arrastrando hacia la cama. No es que esté borracho, es que está igual de perdido que Carrie.


Episodio 3x4
La rebelde hija de Brody sostiene una botella de champán con su nuevo novio en la tumba del hermano de éste. Celebran a su manera que sigan vivos, aunque a ella no la vemos beber. En el fondo es una niñata a la que la escapada le viene grande.

Episodio 3x5

Carrie, alterada, saca de la nevera la botella azul de su tequila favorito, ya sabéis, Tequila Revolución Etiqueta Plateada. Se debate entre la serenidad o perder los papeles.
Pero finalmente no lo bebe. En una fiesta de un senador donde van a cazar gansos, se monta un pequeño brunch en el que no faltan los Destornilladores y los Bloody Mary. Pero el anfitrión aparece bebiendo licor de ciruela, y comenta: "Lo tomaba cuando estaba en Kosovo con la OTAN. Quema las telarañas". Y al ofrecerle un chupito a Saul, éste le responde: "No, gracias. No tengo telarañas". El senador es un tipo de despacho y Saul está en la calle. De ahí su sarcasmo. Y así nos cae mal desde el inicio, es alguien en quien desconfiar.

Episodio 3x7

En la escena del crimen en el que muere la ex mujer de un criminal iraní con el que trabajó Saul, encuentran la botella con la que la ha matado el ex marido. Es vino de ciruela, "una especie de vino iraní". Y comenta el jefe de policía: "Creía que no bebían alcohol". No sé si este vino de ciruela tiene relación con el licor de ciruela del anterior episodio comentado. Al final del episodio Saul y Dar Adal brindan con whisky porque la jugada les ha salido bien. Lo sirve Adal, pero el despacho es el de Saul. Así se lo monta el director de la CIA.

Episodio 3x8

Los tratos se cierran en bares, aunque los espías no consuman nada. Eso es disimular mal. Cuando Saul hace las paces con su mujer nada mejor que abrir un buen vino y hacer una cena especial.

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