What Remains, ni un buen whisky te hace amigo de tu vecino

En la miniserie británica What Remains no faltan los pubs donde se sirven pintas de cerveza. Allí quedan los personajes de este thriller para comentar un caso de asesinato que los mantiene en vilo y también para, como en el caso del protagonista, un policía, celebrar su jubilación.

Este policía investiga por su cuenta el caso de una joven que ha desaparecido. Ninguno de sus vecinos la recuerda muy bien y eso, añadido a su jubilación, le hace sentirse vulnerable.

Solitario en el fondo, se arma de valor e invita a su vecino, con el que no tiene mucha relación, a tomarse un trago a su casa.

Le pregunta: "¿Eres un hombre de whisky?". "¿Quién no?", le contesta el otro. "Tengo un malta de 18 años. Ha estado en mi armario más tiempo del que puedo recordar". El policía jubilado se ilusiona y prepara el whisky y algo para picar, pero el vecino no aparece.

Finalmente se lo bebe solo, mostrando una vez más que por muy vecinos que seamos y nos ayudemos en casos puntuales, ni el whisky rompe esa barrera de independencia. Los vecinos no son amigos ni con un trago del mejor whisky de malta.